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Seguridad en el automóvil
La seguridad de los pasajeros ocupa hoy un lugar primordial en el sector del automóvil. Las partes interesadas de la cadena de valor del automóvil reconocen la importancia de la seguridad de los pasajeros/ocupantes y mejoran constantemente su oferta para ofrecer tecnologías de seguridad a prueba de fallos que protejan a los pasajeros y a los peatones. La aplicación de políticas proactivas y la concienciación de los consumidores han desempeñado un papel fundamental en la popularización de los sistemas de seguridad de los automóviles.
Sin embargo, la penetración de estas tecnologías que salvan vidas difiere de un país a otro. Los países económicamente desarrollados suelen tener una alta penetración de estas tecnologías en varios segmentos de vehículos de pasajeros y comerciales. Tradicionalmente, los sistemas de seguridad para automóviles pueden clasificarse en dos segmentos: sistemas de seguridad activa y sistemas de seguridad pasiva.
Los sistemas de seguridad activa, como sugiere el término, desempeñan un papel preventivo en la mitigación de colisiones y accidentes, proporcionando una advertencia previa o proporcionando al conductor una asistencia adicional en la dirección/control del vehículo. El Head-Up Display (HUD), los sistemas de frenado antibloqueo (ABS), el control electrónico de estabilidad (ESC), el sistema de control de la presión de los neumáticos (TPMS), el sistema de advertencia de cambio de carril (LDWS), el control de crucero adaptativo (ACC), el sistema de supervisión del conductor (DMS), la detección del ángulo muerto (BSD) y el sistema de visión nocturna (NVS) son sistemas de seguridad activa habituales. Los sistemas de seguridad pasiva contribuyen a limitar o contener los daños causados al conductor, los pasajeros y los peatones en caso de choque o accidente. Los airbags, los cinturones de seguridad, el sistema de protección contra el latigazo cervical, etc., son sistemas de seguridad pasiva habituales en los vehículos de hoy en día.
Seguridad pasiva activa
La seguridad automovilística es el estudio y la práctica del diseño, la construcción, el equipamiento y la regulación para minimizar la ocurrencia y las consecuencias de las colisiones de tráfico en las que se ven involucrados los vehículos de motor. La seguridad vial incluye, en términos más generales, el diseño de las carreteras.
Uno de los primeros estudios académicos formales sobre la mejora de la seguridad de los vehículos de motor fue realizado por el Laboratorio Aeronáutico de Cornell, en Buffalo (Nueva York). La principal conclusión de su extenso informe es la importancia crucial de los cinturones de seguridad y los salpicaderos acolchados[1]. Sin embargo, el principal vector de las muertes y lesiones relacionadas con el tráfico es la desproporcionada masa y velocidad de un automóvil en comparación con la de la víctima predominante, el peatón[cita requerida].
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de los coches que se venden en el mundo no cumplen las principales normas de seguridad. Sólo 40 países han adoptado el conjunto completo de las siete normas más importantes para la seguridad de los automóviles[2].
Las mejoras en el diseño de las carreteras y los vehículos de motor han reducido de forma constante las tasas de lesiones y muertes en todos los países del primer mundo. No obstante, las colisiones de automóviles son la principal causa de muerte por lesiones, con un total estimado de 1,2 millones en 2004, o el 25% del total por todas las causas. De las personas que mueren por culpa de los automóviles, casi dos tercios son peatones[4]. La teoría de la compensación de riesgos se ha utilizado en argumentos contra los dispositivos de seguridad, las normativas y las modificaciones de los vehículos, a pesar de la eficacia para salvar vidas[5].
Seguridad pasiva en la automoción
En la industria del automóvil, la seguridad activa se refiere a los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) de un vehículo que ayudan a los conductores a reducir la gravedad de los accidentes o a evitarlos por completo mediante la gestión de la dirección, el frenado y la propulsión.La seguridad siempre ha sido una preocupación primordial en el mundo del automóvil. La industria ha desarrollado protocolos de pruebas de primera clase relacionados con la seguridad de los vehículos, y sus avances han tenido un gran éxito en la reducción del número de víctimas mortales del tráfico. La tasa
de víctimas mortales por cada 100 millones de kilómetros recorridos por los vehículos ha disminuido drásticamente en las últimas décadas, pasando de 3,35 en 1975 a 1,13 en 2018.La mayor parte de esos avances se han producido gracias a los elementos de “seguridad pasiva”, es decir, a los elementos que solo se activan cuando se produce un accidente y reducen las lesiones del conductor y los pasajeros. Entre ellos se encuentran los cinturones de seguridad y los airbags, así como
mejoras estructurales como las zonas de deformación que absorben la energía de un choque. Sin embargo, los avances en seguridad pasiva han empezado a estabilizarse. Además, la conducción distraída se ha convertido en un problema cada vez mayor, en parte debido a los teléfonos inteligentes. Para continuar con la tendencia de mejora de la seguridad y alcanzar el objetivo de la industria de cero accidentes y muertes relacionadas con los vehículos, éstos tienen que ayudar a los conductores a dejar de golpear cosas. Para seguir mejorando la seguridad y alcanzar el objetivo de cero accidentes y muertes relacionadas con los vehículos, éstos tienen que ayudar a los conductores a dejar de chocar con las cosas. Los procesadores interpretan esa información, actuando como un segundo par de ojos para el conductor y tomando medidas si es necesario.La seguridad activa demuestra claras ventajasLos sistemas de advertencia relativamente sencillos, como la detección de puntos ciegos o la advertencia de colisión frontal, tienen el potencial de salvar vidas por sí solos, pero cuando se combinan con una tecnología que actúa más allá de una simple advertencia para crear una seguridad activa
Elementos de seguridad pasiva
Una circulación vial sin lesiones graves ni víctimas mortales es el objetivo de la Visión Cero. La mejora continua de la seguridad de los vehículos puede contribuir de forma significativa a la protección de sus ocupantes y de otros usuarios de la vía pública, como peatones, ciclistas y motociclistas.
La seguridad integrada de los vehículos conecta la tecnología de seguridad activa y pasiva y tiene el potencial de ir mucho más allá de lo que cada una puede lograr por separado. La mejora de la seguridad integrada de los vehículos va de la mano del desarrollo de la conducción autónoma y automatizada. Los avances en la tecnología de seguridad, que incluyen unidades de control electrónico cada vez más potentes y tecnología de sensores para supervisar el entorno y el interior del vehículo, constituyen la base para aumentar los niveles de las funciones de conducción semiautomática y totalmente automatizada.La seguridad integrada mejora el confort, la comodidad y el apoyo al conductor con sistemas de asistencia fáciles de usar y funciones como la supervisión de la salud de los ocupantes del vehículo. Estas tecnologías pueden ayudar en situaciones críticas de conducción y en la protección de los ocupantes.