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Procesamiento automático frente a procesamiento controlado
La teoría del procesamiento de la información es una teoría cognitiva que se centra en cómo se codifica la información en nuestra memoria. La teoría describe cómo nuestro cerebro filtra la información, desde lo que estamos atendiendo en el momento presente, hasta lo que se almacena en nuestra memoria a corto plazo o de trabajo y, finalmente, en nuestra memoria a largo plazo.
La premisa de la Teoría del Procesamiento de la Información es que la creación de una memoria a largo plazo es algo que ocurre por etapas; primero percibimos algo a través de nuestra memoria sensorial, que es todo lo que podemos ver, oír, sentir o saborear en un momento dado; nuestra memoria a corto plazo es la que utilizamos para recordar cosas durante periodos muy cortos, como un número de teléfono; y la memoria a largo plazo se almacena permanentemente en nuestro cerebro.
Desarrollada por psicólogos estadounidenses como George Miller en la década de 1950, la teoría del procesamiento de la información ha comparado en los últimos años el cerebro humano con un ordenador. La “entrada” es la información que damos al ordenador -o a nuestro cerebro-, mientras que la CPU se asemeja a nuestra memoria a corto plazo y el disco duro es nuestra memoria a largo plazo.
Ejemplo de procesamiento automático
Los procesos automáticos y controlados (ACP) son las dos categorías del procesamiento cognitivo. Todos los procesos cognitivos entran en una de esas dos categorías o en ambas. La cantidad de “poder de procesamiento”, atención y esfuerzo que requiere un proceso es el principal factor utilizado para determinar si se trata de un proceso controlado o automático. Un proceso automático es capaz de producirse sin necesidad de prestar atención y sin ser consciente de su inicio o funcionamiento, y sin recurrir a los recursos generales de procesamiento ni interferir con otros procesos de pensamiento concurrentes[1] En pocas palabras, un proceso automático no es intencionado, es involuntario, no requiere esfuerzo (no consume la limitada capacidad de procesamiento) y se produce fuera de la conciencia. Los procesos controlados se definen como un proceso que está bajo el control flexible e intencional del individuo, del que es consciente, y que supone un esfuerzo y está limitado por la cantidad de recursos atencionales disponibles en ese momento[1].
Al examinar la etiqueta “automático” en la psicología social, nos encontramos con que algunos procesos son intencionados y otros requieren un procesamiento consciente e intencionado reciente de la información relacionada. Los procesos automáticos son más complicados de lo que la gente cree[2]. Algunos ejemplos de procesos automáticos son las habilidades motoras, los sesgos implícitos, las tareas procedimentales y el priming[3]. Las tareas enumeradas pueden realizarse sin necesidad de atención consciente. Los sesgos implícitos son juicios instantáneos que las personas hacen sin ser conscientes de que los han hecho. Un ejemplo de sesgo implícito es cuando alguien va caminando por la calle de noche y ve la sombra oscura de una persona. La persona podría cruzar automáticamente la calle o podría tener miedo de ese individuo. Todo esto se hace en una fracción de segundo sin que la persona sepa siquiera que está haciendo ese juicio sobre la persona. El cebado se produce cuando un estímulo del entorno cambia la forma en que alguien reacciona a otro estímulo. Un ejemplo de esto es cuando alguien ve un cartel de comida rápida y se da cuenta de que tiene hambre. Esto hace que se detenga y compre algo para comer.
Procesamiento automático definición psicología
La era de la información ha tenido, y sigue teniendo, un gran impacto en la psicología y en la sociedad en general. Desde los años 50, la ciencia y la tecnología han progresado con cada día que pasa. La promesa del enfoque del procesamiento de la información era llevar el conocimiento de la mente humana a un nivel en el que se pudieran modelar los mecanismos cognitivos para explicar los procesos entre la percepción y la acción de las personas. Esta promesa, aunque está lejos de cumplirse por completo, se ha ido cumpliendo cada vez más. Sin embargo, como cualquier periodo de la historia de la humanidad, la era de la información llegará a su fin en algún momento futuro y será sustituida por otra era. No estamos afirmando que la información se vuelva obsoleta en la nueva era, sólo que se volverá necesaria pero no suficiente para entender a las personas y a la sociedad en la nueva era. Comprender cómo y por qué se produjo la revolución del procesamiento de la información en la psicología debería preparar a los psicólogos para afrontar los cambios que acompañan a la nueva era.
En el presente trabajo, consideramos la era de la información desde un punto de vista histórico y examinamos su impacto en el surgimiento de la psicología cognitiva contemporánea. Nuestro análisis de los orígenes históricos de la psicología cognitiva revela que la investigación aplicada que incorpora múltiples disciplinas proporcionó herramientas conceptuales y metodológicas que hicieron avanzar el campo. Una implicación, que exploramos brevemente, es que la investigación interdisciplinaria orientada a la resolución de problemas aplicados es probablemente la fuente del próximo avance en herramientas conceptuales y metodológicas que permitirá una nueva era de la psicología. En las siguientes secciones, examinamos los hitos de la era de la información y los relacionamos con el lenguaje y la metodología específicos para realizar estudios psicológicos. Ilustramos cómo han evolucionado los métodos de investigación y la teoría a lo largo del tiempo y ofrecemos pistas para desarrollar herramientas de investigación en la próxima era de la psicología cognitiva.
Procesamiento controlado
El procesamiento automático de la información se refiere a un proceso cognitivo mental con las siguientes características: es rápido, paralelo, eficiente, requiere poco esfuerzo cognitivo y no requiere un control o atención activa por parte del sujeto. Este tipo de procesamiento es el resultado de un entrenamiento repetitivo en la misma tarea. Una vez aprendida, una respuesta automática es difícil de suprimir, modificar o ignorar. El procesamiento automático de la información se utiliza para tareas calificadas y se considera el proceso opuesto al procesamiento controlado de la información.
Durante la década de 1950, el campo de la psicología cognitiva se centró en los límites de la capacidad de procesamiento de la información humana, como la forma en que el cerebro trata la información entrante (estímulos). En 1958, el psicólogo británico Broadbent introdujo un importante modelo de procesamiento de la información y fue uno de los primeros en establecer una distinción entre procesos automáticos y controlados. Los automáticos…